Inmundos mortales, háganle caso a Cliff. Obey your master! Bueno, agosto muere pero mi blog no, y las olimpiadas acabaron. Ya era hora. Ahora, prendo mi televisor con tranquilidad, y ya no veo las noticias sobre los resultados ni los documentales innecesarios. Y es hora de reflexionar un poco. Durante no-sé-cuántos-días, los chinos tuvieron la oportunidad de meternos mierda por lo ojos. De hacernos creer que ya no son comunistas. De exhibirse y presentarse al mundo como una cualquiera. De ver dosis increíblemente altas de esteroides. De ver el color rojo invadiendo tus ojos. De ver al mundo contentarse y no ver la verdad, mientras desfilan atletas bien buenas frente a tu mugroso televisor.
Algo que temía era que, como señalo en este post, era que el mundo se quede cruzado de brazos mientras las olimpiadas se desarrollaban. Suerte que ha habido algunos intentos de decir la verdad. Como lo verán a continuación,
Y finalmente le pasaron la batuta a Londres. Nos veremos allá en 2012, mientras el mundo llega a su fin. Y no saldré con mi cartel a la calle a protestar porque organizaron los Juegos Olímpicos en la ciudad de los cockneys y el país del mejor inglés del mundo. Quede claro que mi odio a éstos
Juegos Olímpicos es debido al país agrede-derechos-humanos que los organizó. Y no a los Juegos Olímpicos en general.
Auf Wiedersehen.
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